La palabra escrita es la huella del sonido. El sonido es la periferia de mi actividad, es una distracción, y a la vez, su materia prima. Escucho, escribo, dibujo. Todo se imprime en la línea y el espacio. Los estímulos se superponen. Conversaciones, ruidos, distancias, silencios alternados entre mis dos oídos, entre mis dos ojos, entre los márgenes de una hoja de apuntes.
Tomo nota y retengo.
Tomo nota y olvido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario